Translate

SUJETOS ACTIVOS DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Todos somos sujetos activos de la evangelización, porque todos somos misioneros del Espíritu por la mediación eclesial. La misión evangelizadora no es monopolio de una determinada forma de vida cristiana o de un determinado movimiento. Todos somos sujetos activos, pero cada uno desde el lugar donde le toque evangelizar.

 La vida consagrada tiene el suyo propio, que a lo largo de la historia ha venido dando testimonio. Primero de un radical seguimiento a Jesucristo, y luego de una asidua
evangelización. De modo que tanto ayer como hoy, sus miembros, están al servicio de lo que la Iglesia se propone realizar. Hoy hablamos de una nueva evangelización, en cuyo tiempo la Iglesia se lanza a encender de nuevo el fuego vivo del Evangelio, buena noticia predicada por Jesucristo. Se trata, pues, de una renovación espiritual, de una llamada al hombre a tener tiempo para Dios. La nueva evangelización conlleva una gran simpatía por el mundo que nos ha tocado vivir. Por ello la vida consagrada ha de estar, en primera línea en los lugares, pueblos, ambientes sociales, culturas donde más urgente, y frecuentemente difícil, es la evangelización y trasmisión de la fe. 


La nueva evangelización reclama, a los consagrados, docilidad al Espíritu  de Pentecostés. Con la libertad interior y exterior que proporcionan sus votos, han de escuchar la llamada y dejar una pastoral de conservación, y  comprometerse a una pastoral decididamente misionera. La nueva evangelización no propone un nuevo evangelio. Su contenido sigue siendo el mismo: Jesucristo. Él es evangelio de Dios. Ha sido y es el primero y el más grande evangelizador. Jesús mismo es la gran novedad de Dios, de modo que, a  partir de Él, la acción salvífica de Dios se lee con categorías de novedad: nueva alianza, nuevo nacimiento, nueva creación. La novedad por tanto proviene de la inescrutable riqueza de Cristo, que no agota ninguna época ni cultura y de la novedad que proviene de los desafíos planteados por la nuevas situaciones socio-culturales.


Los cambios socio-culturales en curso son tan profundos, rápidos, complejos y globales y afectan de tal modo a la vida consagrada y a la Iglesia que la llevan a un replanteamiento global y radical de la forma de realizar su misión. Tan es así que la llamada a la nueva evangelización está pidiendo, a la vida consagrada, que recobre con más vigor y apasionamiento su adhesión absoluta a Jesucristo, evangelio del Padre; que tenga los mismos sentimientos de Jesús, el misionero del Padre para anunciar y testimoniar su Reino reflejando lo que haría Jesucristo.  La nueva evangelización está llamando a los consagrados a colocarse en el eje cristocéntrico de su vocación y misión. 


*******

No hay comentarios:

Publicar un comentario